Consigue tu muestra funcional más rápido

Todo comienza con una idea. Cuanto más claro puedas expresar tu visión, mayores serán tus posibilidades de obtener la aprobación de un prototipo. Nadie quiere ser parte de un juego que no puede imaginar.

También podemos estancarnos al pensar que a mayor tiempo, mejor calidad. Pero, a veces, más tiempo puede significar lo contrario: un juego se vuelve tan pesado que se atasca en pequeños detalles, y la visión original se pierde. Asegúrate de contar con orientación técnica y consejos objetivos para mantener la concentración, pero continúa ejercitando la creatividad.

En este punto, se siente emoción y también presión. El equipo quiere crear un producto mínimo viable de su visión que se pueda jugar y sea divertido. Eso también significa elegir un motor y una tecnología de backend que permita la agilidad.

Centrarse en el tema o la atmósfera no mejorará un juego que no es divertido o que tiene un diseño deficiente. Está bien equivocarse. Déjalo pasar y aprende de tus errores, según lo necesites. Es importante aportarle al juego matices con recursos artísticos, diseño de sonido y un bucle de jugabilidad sólido.

El (primer) momento de la verdad. Esta etapa suele ser corta y rápida. Pequeños grupos internos de prueba con diferentes roles, niveles y experiencia probarán el juego de manera muy confidencial. Documentarán lo que les parezca divertido, lo que no les guste, lo que agregarían y lo que no entiendan. A partir de aquí, lo presentado se aprueba, se rechaza o se comparten mejoras.